Adiós a un gran campeón de WASH, Kofi Annan
Esta semana nuestro país y el mundo dan el último adiós a un gran estadista, pues Kofi Annan descansa ya.
Este chico de Kumasi, Ghana, llegó a plantear la situación de su pueblo y de tantos otros en las más altas esferas del gobierno, ascendiendo por los niveles de la ONU hasta convertirse en Secretario General el 1 de enero de 1997: el primer hombre del África subsahariana en ocupar este cargo. Dio prioridad a la ayuda y el desarrollo, convirtiendo su llamamiento a la acción contra el VIH/SIDA en el primer fondo mundial para luchar contra la enfermedad.
Como Secretario General de la ONU, Kofi Annan fue un visionario y un defensor de los derechos de los más pobres y marginados del mundo, propuso el Pacto Mundial de la ONU sobre derechos humanos, trabajo y medio ambiente, para motivar a las empresas a actuar de forma responsable y sostenible.
Emitió la Declaración del Milenio de la ONU que dio lugar a lo que entonces era el esfuerzo más ambicioso de la historia para derrotar a la pobreza: los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre ellos reducir a la mitad la proporción de personas en el mundo sin acceso al agua y a baños decentes. Compartió con las Naciones Unidas el Premio Nobel de la Paz 2001 por estos esfuerzos visionarios, que más tarde condujeron a los renovados Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en 2015.
Hizo un llamamiento al mundo para liberar a las mujeres y a las niñas de su opresión diaria de acarrear agua grandes distancias, y estableció la Junta Asesora sobre Agua y Saneamiento del Secretario General de las Naciones Unidas para ayudar a movilizar fondos para proyectos de agua y saneamiento.
Más adelante, como presidente del consejo de administración de la Fundación Kofi Annan, y como parte de la Fundación de las Naciones Unidas y de The Elders, los derechos y el bienestar de las personas más pobres de la Tierra siguieron siendo su principal objetivo y preocupación.
Al lamentar el fallecimiento del Sr. Annan, vemos el legado que ha dejado, y el trabajo que debemos continuar. En el año 2000, el 18% de la población mundial no tenía acceso al agua limpia; hoy, esa proporción se ha reducido al 11%. Los avances en la mortalidad infantil nos muestran que 50 millones de niños, que no habrían llegado a cumplir los cinco años si hubieran nacido antes del año 2000, han sobrevivido.
Sin embargo, queda mucho por hacer. Todavía 2,300 millones de personas en todo el mundo carecen de un inodoro doméstico decente, una cifra que apenas ha cambiado en casi 20 años. Todavía, a nivel mundial 389,000 niños menores de cinco años mueren cada año de diarrea relacionada con agua sucia, saneamiento deficiente y falta de higiene, una tragedia evitable. En Ghana, sólo el 14% de la población utiliza inodoros domésticos limpios y seguros y 2 de cada 10 personas siguen sin tener acceso a agua limpia, una situación que limita la salud, la productividad y los derechos humanos de todos los hombres, mujeres y niños de este país.
Como dijo el propio Sr. Annan:
No venceremos ninguna de las enfermedades infecciosas que atormentan al mundo en desarrollo hasta que hayamos ganado también la batalla por la seguridad del agua potable, saneamiento y la atención médica básica.
De parte de WaterAid, damos nuestras más profundas condolencias a su familia, y nuestra firme resolución es continuar su trabajo hasta que todo el mundo, en todas partes, tenga acceso a los elementos esenciales de la vida: agua potable, inodoros decentes y buena higiene, que son fundamentales para la buena salud, la educación y un futuro próspero.