Cinco cosas que los subsidios inteligentes nos enseñaron sobre el fortalecimiento del sector inteligente
¿Cómo llegó Camboya a dar respuestas al debate en torno a la palabra que empieza con «m»? James Dumpert y James Wicken, respectivamente Gerente de Aprendizaje y Documentación y Director de País en WaterAid Camboya, describen los cinco factores que dieron lugar a los principios rectores del saneamiento rural en Camboya.
Nueve meses para redactar un documentode tres páginas. Esto puede sonar como una cantidad desproporcionada de tiempo, pero, para la formulación de una política, fue una velocidad vertiginosa. Además, no estábamos tratando de abordar cualquier cuestión de política, sino uno de los temas más controvertidos en materia de saneamiento rural. Como dijo alguien en una conferencia reciente: «Aquí es más seguro decir "mierda" que "subsidio".
Esencialmente, el debate se reduce a dos preguntas:
- ¿Debería el sector de WASH utilizar subsidios para ayudar a los hogares más pobres a tener acceso a retretes seguros y limpios?
- Y, en caso afirmativo, ¿cómo puede aplicar los subsidios de manera «inteligente» para no poner en riesgo las intervenciones de desarrollo y cambio de comportamiento del sector privado, y asegurar que realmente lleguen a los hogares más pobres?
Este debate estaba teniendo consecuencias muy reales para el sector de saneamiento rural camboyano. No es raro ver que se ejecute un proyecto de saneamiento con un enfoque de cero subvenciones y otro proyecto que subvenciona e su totalidad el saneamiento para todos los hogares. Incluso ha habido casos en que en una misma comunidad se han ejecutado ambos tipos de proyectos. Naturalmente, esta situación ha causado confusión y desconfianza entre los socios de desarrollo locales, el gobierno y las comunidades.
Principios rectores en Camboya
La respuesta del sector de WASH camboyano al debate se produjo en 2016, en la forma de Principios Rectores Nacionales del Saneamiento en los Hogares Rurales. Estos principios detallan un conjunto de normas sobre la forma en que los programas de saneamiento de Camboya deben aplicar las subvenciones.
El Director de Atención de la Salud Rural del Ministerio de Desarrollo Rural (MRD) de Camboya (MRD) los avaló en diciembre de 2016. Sin embargo, para nosotros la parte más interesante de la historia son los factores que permitieron formular los principios:
1. Un mecanismo para ejercer la voluntad del sector.
La «voluntad política» del gobierno comúnmente se considera esencial para el éxito de los proyectos y la sostenibilidad a largo plazo. La «voluntad del sector» incluye tanto la voluntad de los funcionarios del gobierno como la de los socios de desarrollo para trabajar juntos.
En Camboya existe un espíritu de cooperación entre los socios de desarrollo. Para poner en práctica esta buena voluntad, a principios de 2016 el MRD y los socios del sector de WASH formaron varios grupos técnicos de trabajo, incluido el de Saneamiento e Higiene Rurales (RuSH), para promover la agenda de WASH. Estos grupos de trabajo constituyen una plataforma para que el gobierno, la sociedad civil y las organizaciones del sector privado se reúnan para tratar cuestiones problemáticas del sector. WaterAid se ofreció como voluntaria para copresidir el grupo de trabajo RuSH, junto con el Director de Atención de la Salud Rural del MRD.
En la primera reunión del RuSH, nosotros, como grupo, identificamos los objetivos prioritarios. En el primer lugar de la lista figuraba la elaboración de directrices sobre subsidios para el saneamiento rural, lo cual fue posible porque todos los actores del sector consideraban que los subsidios eran un tema sobre el que merecía la pena trabajar juntos.
2. Un proceso informado.
Un mes después, el RuSH se reunió de nuevo para exponer el propósito y el contenido de las directrices. Dada la controversia en torno a los subsidios, tuvimos que preparar la reunión con cuidado, o podría perderse toda esperanza de fomentar un espíritu de colaboración y apoyo sectorial.
Así que en lugar de partir de cero, pedimos al personal internacional de WaterAid y Plan Internacional que presentara una visión general de la experiencia en materia de subsidios de saneamiento a escala global y una revisión de los programas de subsidios para el saneamiento en Camboya. Esta información de referencia permitió al RuSH establecer un vocabulario común para comprender los diferentes enfoques de subvención y los riesgos y desafíos asociados con ellos, especialmente el concepto de subsidios inteligentes.
En la reunión del RuSH iniciamos un proceso de consulta participativa con los asociados del sector para conseguir la participación activa de expertos en WASH del gobierno, el sector privado, las ONG y las organizaciones de desarrollo —incluidos, entre otros, iDE, WaterShed, SNV, Banco Mundial y UNICEF—, que proporcionaron recursos de conocimiento inestimables. Continuamos utilizando esas fuentes de información del RuSH, así como la gran cantidad de aprendizaje de estudios de investigación y proyectos relacionados con subsidios para el saneamiento de todo el mundo.
3. Una base de políticas y programas existentes.
La aprobación satisfactoria de los principios rectores también puede atribuirse a sus claros vínculos con el Plan de Acción Nacional (NAP) 2015 de Camboya para el abastecimiento de agua, saneamiento e higiene en las zonas rurales. La vinculación de los principios con el NAP propició el apoyo de los gobiernos y los socios sectoriales porque consideraron que era una manera de fortalecer un plan en el que ya habían invertido.
La aplicación satisfactoria de los principios también se debe en gran medida al Programa de Identificación de Hogares Pobres (ID-pobres) del Ministerio de Planificación, que establece criterios claros y estandarizados para identificar los hogares más pobres del país. Aunque no es perfecto, sin él no sería posible ejecutar programas y políticas de bienestar social a escala, como los subsidios nacionales para el saneamiento. Este programa es un ejemplo de la manera en que el sector de WASH puede utilizar y apoyar sistemas nacionales complementarios para lograr sus objetivos.
4. Un proceso iterativo liderado por un socio imparcial.
Durante los meses asignados a la formulación de los principios rectores, preparamos y realizamos reuniones, facilitamos debates en grupos y escribimos innumerables correos electrónicos en busca de información. Hicimos todo esto para asegurar que el proceso de redacción, edición y revisión de los principios fuera lo más participativo e inclusivo posible.
Nos reuníamos periódicamente con socios clave del sector en pequeños grupos, y luego presentábamos un borrador actualizado a todo el grupo de trabajo RuSH. Estas presentaciones, programadas para durar una hora, con frecuencia suscitaban un debate de tres o incluso cuatro horas acalorado pero estimulante.
En este proceso era importante que nos mantuviéramos lo más imparciales posibledado que participábamos en representación de WaterAid en su carácter de copresidente. Solo presentábamos hechos y opciones basados en evidencia (no en opiniones), escuchábamos con atención lo que tenían que decir los miembros del RuSH y apoyábamos al presidente de la reunión, que representaba al MRD, para que los debates condujeran a decisiones.
5. Una organización capaz y dotada de recursos para facilitar.
La verdadera colaboración no se da por sí sola. Se necesita mucho trabajo duro y un equipo dedicado y capaz para reunir a las partes interesadas, facilitar un proceso participativo e informado, impulsar la iniciativa más allá de la línea de meta y luego monitorear los resultados para orientar su adaptación futura. En algunos círculos, este tipo de organización se denomina «organización troncal». WaterAid fungió como tal en la formulación de los principios rectores.
El desafío constante de la inversión
Gracias a estos cinco factores, el establecimiento de los principios se ha convertido en un ejemplo positivo de cómo la colaboración puede ayudar a abordar aun las cuestiones más controvertidas.
Sin embargo, un año después de la aprobación de los principios, han surgido varias dificultades que limitan la capacidad del sector de WASH camboyano para aprovechar o incluso recrear la experiencia.
Estos problemas se relacionan con la falta de inversiones a largo plazo en los recursos necesarios para impulsar la agenda del sector de WASH. Por ejemplo, durante el año en que nosotros (WaterAid) servimos como equipo troncal del grupo Rush, se completaron los principios rectores; sin embargo, prácticamente no se alcanzó ninguno los demás objetivos prioritarios de Rush identificados a principios de ese año. Simplemente no dispusimos de recursos suficientes para llevar a cabo las otras iniciativas, y era irrealista esperar que personal de otras organizaciones, incluido el gobierno, además de realizar su trabajo actual, asumiera gratuitamente la tarea.
Para que Camboya, y de hecho todo el mundo, logre y mantenga los Objetivos de Desarrollo Sostenible se requerirá un esfuerzo de colaboración y unificación. De ahí una mayor necesidad de invertir en el fortalecimiento de la colaboración sectorial, desde el nivel global hasta los niveles subnacionales.