De los derechos minerales a los derechos humanos: movilización de recursos de las industrias extractivas en Nigeria para el agua, el saneamiento y la higiene

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Image: WaterAid/Andrew Esiebo

Anddy Omoluabi, director de programas de WaterAid Nigeria, y John Garrett, analista de políticas sénior — Finanzas para el Desarrollo en WaterAid UK, consideran cómo la riqueza de recursos naturales de Nigeria puede contribuir mejor a poner fin a la carencia de agua y saneamiento del país.

Figura 1: Yacimientos de petróleo y gas nigerianos

Nigerian oil and gas fields

Desde que el petróleo fue descubierto en el Delta del Níger en 1956, ha dominado la economía nigeriana, con la producción de petróleo y gas hoy en día en nueve de los 36 estados: Abia, Akwa Ibom, Bayelsa, Cross River, Delta, Edo, Imo, Ondo y Rivers. Nigeria es el mayor exportador de petróleo de África y el sexto país productor de petróleo más grande del mundo, donde el sector petrolero aporta la mayor parte del erario (figuras 2 y 3). Sin embargo, la debilidad de la gobernanza, los casos de corrupción de alto perfil y un historial ambiental desastroso han socavado la contribución de la IE al progreso económico y el desarrollo humano de Nigeria.

Los recientes impactos externos a la economía ponen de relieve la necesidad de un cambio. La disminución del precio del petróleo llevó a una recesión en 2016 por primera vez en dos décadas, lo que impuso una fuerte presión sobre la Naira y suscitó preocupación por la sostenibilidad de la deuda y la capacidad del Gobierno para financiar servicios esenciales. El Ministro de Finanzas destacó los déficits de infraestructura en carreteras, ferrocarriles y electricidad. Esta es también la situación en materia de agua y saneamiento: menos del 20 % de la población tiene agua limpia y salubre.

Fortalecimiento de la DRM: acabar con el robo, la corrupción y cerrar las lagunas fiscales

¿Cómo puede Nigeria reforzar su movilización de recursos internos (DRM, por sus siglas en inglés)? La acción más urgente es detener el robo de los ingresos derivados del petróleo por particulares y grupos. Las pruebas indican que tanto el robo físico de petróleo en el delta del Níger como los delitos financieros de alto nivel en los negocios y la política han ocurrido a escala industrial durante décadas.

Figure 2 and 3

Las medidas para hacer frente al robo físico requieren una respuesta legislativa, de seguridad, social y ambiental combinada. Los elementos están dispuestos —el proyecto de ley de gobernanza de la industria petrolera (PIGB, por sus siglas en inglés), la estrategia de inversión en el Delta de USD 1,000 millones de dólares, el proyecto de ley de comunidades anfitrionas y la limpieza ambiental del Delta, apoyada por la ONU— y el éxito requerirá un equilibrio de determinación, sensibilidad y apoyo externo. Lasinquietantes investigaciones sobre el impacto de la contaminación por hidrocarburos en la salud materna y neonatal y los trágicos acontecimientos de noviembre muestran que todavía hay mucho camino por recorrer.

La lucha contra la delincuencia financiera de alto nivel requiere renovados esfuerzos nacionales e internacionales. La prioridad asignada por la actual administración federal para combatir la corrupción, promulgar el PIGB, la tracción ganada por la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas de Nigeria (NEITI, por sus siglas en inglés), son prometedoras. La tenacidad de la Comisión investigadora de Delitos Económicos y Financieros (EFFC, por sus siglas en inglés) también está dando resultados. Las acciones coordinadas de la EFCC, los tribunales y los Estados Unidos y el Reino Unido han sido esenciales en los últimos casos de alto nivel. Sin embargo, sigue habiendo serias dudas sobre si los países de altos ingresos —y las jurisdicciones en las que ejercen influencia— realmente desean prevenir el flujo de fondos ilícitos fuera de Nigeria. Los mercados inmobiliarios de Londres, Los Ángeles y Nueva York y las Islas Vírgenes Británicas (facilitando la creación de empresas fantasma) han apuntalado los flujos financieros ilícitos del sector de la IE en Nigeria.

El aumento de la DRM en la IE también requiere medidas para poner fin a las lagunas fiscales. En el caso de tres compañías petroleras internacionales (IOC, por sus siglas en inglés), Shell, ENI y Total, su condición de pioneras (un incentivo para la innovación) y otros beneficios fiscales otorgaban una exención de USD 3,300 millones en pagos de impuestos. El uso inadecuado de los precios de transferencia por parte de las IOC también se estima que costaría al erario nigeriano cientos de millones de dólares.

Transparencia y rendición de cuentas

A pesar del progreso de la NEITI, la transparencia y la rendición de cuentas todavía no están suficientemente integradas para prevenir la corrupción de alto nivel. Existe una creciente preocupación —agravada por los recientes Papeles de Panamá y Papeles del Paraíso— por la función que desempeñan las empresas anónimas. La titularidad oculta de empresas y propiedades contribuye en gran medida a los flujos financieros ilícitos que salen de los países en vías de desarrollo, y Nigeria necesita tomar medidas para imponer la transparencia de los usufructuarios de todas las empresas que operan en el sector de la IE.

El erario de Nigeria como porcentaje del PIB fue de solo 4.8 % en 2016. Este es uno de los más bajos del mundo. Cada vez hay más pruebas de que los países con ingresos tributarios inferiores al 15 % del PIB no pueden financiar ni siquiera las funciones básicas del Estado. Sin embargo, tomar medidas parecidas a las mencionadas anteriormente podría fortalecer considerablemente la DRM y los avances en relación con los ODS, incluido el acceso universal al agua potable, el saneamiento y la higiene (WASH).

El informe también muestra cómo las IOC, a través de su responsabilidad social empresarial (RSE), han contribuido al sector de WASH. La empresa petrolera internacional italiana Agip ha financiado infraestructura hídrica en 75 comunidades en cuatro estados del Delta del Níger. Sin embargo, las inversiones generalmente han sido limitadas, y las IOC señalan que la precaria situación de seguridad es un obstáculo importante. Es evidente que se puede hacer más en esta área.

Figure 4

Un reto difícil

Aunque Nigeria cumplió la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de 2015 en materia de agua, solo el 19 % de la población tiene acceso a servicios de abastecimiento de agua gestionados de forma segura. No se han registrado progresos generales en la mejora del saneamiento, ya que la defecación al aire libre y el acceso a servicios de saneamiento compartidos y mejorados empeoraron desde 1990 (consulte la figura 4). El país se enfrenta a un reto difícil en relación con aumentar los niveles de acceso congruentes con las metas 6.1 y 6.2 de los ODS. El Banco Mundial ha estimado que los costos de capital ascenderán a USD 10,000 millones al año hasta 2030.

Es alentador observar que se han adoptado medidas satisfactorias para identificar y devolver los fondos robados, como el reciente acuerdo de devolver USD 321 millones a Nigeria. Un paso crítico para aumentar los incentivos para la repatriación de fondos ilícitos y la captación de mayores fondos de la IE podría ser la creación de un fondo delimitado, dedicado a dotar de recursos a los ODS, incluido el ODS 6. Con la supervisión del Gobierno federal y la sociedad civil, podría actuar como un poderoso mecanismo e incentivo para obtener ingresos adicionales, mejorar la gestión de las finanzas públicas y estimular el desarrollo sostenible en Nigeria hasta 2030.

Por último, el informe aboga por un horizonte de planificación a largo plazo. Los países que han gestionado con éxito su sector de la IE, como Botswana o Noruega, han establecido una gobernanza eficaz, transparencia y planificación a largo plazo. La falta de regulación de la IE causa problemas ambientales a largo plazo y, en última instancia, socava el desarrollo, como, tristemente, lo ha demostrado el Delta del Níger.

Los países africanos son muy vulnerables a los efectos del cambio climático, debido a la desigualdad en el acceso al agua potable y al saneamiento, su dependencia en la agricultura de secano y los altos niveles de pobreza. Nigeria tiene importantes oportunidades para generar energía hidroeléctrica y solar, y mientras el mundo busca llevar a cabo una transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono, el país debería reflexionar detenidamente sobre su combinación energética, y lo que esto implica para la gestión de su IE y su efecto en su base de ingresos petroleros.

John Garrett tuitea como @johngarre y WaterAid Nigeria, como @wateraidnigeria

La información de este blog se actualizó el 12 diciembre 2017.