Debemos garantizar que las personas con discapacidad tengan dignidad durante la menstruación

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Image: WaterAid/Mani Karmacharya

Las intervenciones para mejorar la gestión de la higiene menstrual en los países en vías de desarrollo no consideran a las mujeres con discapacidad. Sin acceso a servicios de WASH durante el periodo menstrual, la dignidad y las oportunidades menguan. Para plantear la necesidad de centrarnos en estas mujeres en los programas de higiene menstrual, debemos demostrar lo mucho que se necesita. Jane Wilbur y Johanna Naradzay describen las experiencias que vivió Jane durante su investigación en Nepal.

Las mujeres con discapacidad son uno de los grupos más marginados de la sociedad, especialmente en las comunidades pobres. El estigma, su poca independencia y la falta de acceso a instalaciones con servicios de WASH las priva de manejar su periodo menstrual con dignidad.

Las desigualdades son aún mayores cuando la discapacidad se combina con otro aspecto de la identidad que discrimina la sociedad, por ejemplo, las mujeres con discapacidad pueden enfrentar una exclusión adicional cuando ya están en edad de menstruar. En muchos países no se permite a las mujeres participar plenamente en actividades sociales, educativas y religiosas durante sus periodos menstruales, y en algunas culturas se les excluye del hogar.

Damos a conocer historias para impulsar acciones

El lema "Nadie se queda atrás" es un compromiso fundamental al frente de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para apoyarlo, los programas y políticas de desarrollo deben centrarse especialmente en los grupos más pobres y marginados.

Aunque muchas organizaciones implementan programas inclusivos de WASH, muy pocas se centran en garantizar que los programas de gestión de la higiene menstrual (MHM, por sus siglas en inglés) incluyan a las mujeres con discapacidad. Y no hay mucha evidencia detallada y concreta de la discriminación que estas enfrentan.

Para fomentar la inclusión de discapacidad en las intervenciones de MHM, necesitamos informar sobre las pruebas y destacar lo que se debe cambiar.

WaterAid y London School of Tropical Medicine and Hygiene (LSTHM), con financiación de la Fundación Gates, realizaron investigaciones en Nepal para comprender los requisitos específicos de MHM de las mujeres con discapacidad. Nuestra investigación incluyó analizar el tema con mujeres con discapacidad, cuidadores, formuladores de políticas y ejecutores.

Principales conclusiones: las capas de barreras

Descubrimos que muchas mujeres con discapacidad no podían acceder a los servicios de WASH que necesitaban para manejar sus períodos adecuadamente, lo que significa que carecían de seguridad, privacidad y dignidad durante sus periodos menstruales.

Las barreras diferían dependiendo de la discapacidad. Por ejemplo, las mujeres con deficiencias físicas a menudo informaron no poder utilizar las instalaciones de servicios de WASH porque no eran accesibles o estaban demasiado alejadas.

Una mujer con discapacidad visual nos dijo: "[El río] no estaba tan lejos, pero el camino era difícil para mí, y estoy ciega, así que temía que el río arrastrara mis ropas. También temía a los muchachos con vista sana... "

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“Ese es mi tanque de agua. Necesito usar muletas para caminar y así no puedo llevar agua. Cuando no tenemos agua, solo guardo el paño (menstrual) debajo de mi cama y lo lavo cuando tengo agua”. - Sharmila.
Image: WaterAid/Sharmila Tamang

Las mujeres con deficiencias intelectuales a menudo luchaban por seguir las normas sociales en torno a la MHM. Una cuidadora comentó: "Ella sacaba [su toalla sanitaria] y la mostraba a los demás. Les decía que la miraran. Era vergonzoso". Otra cuidadora comentó: "Ella anda por ahí, con la ropa manchada de sangre". Andar con la ropa manchada de sangre menstrual en lugares con restricciones en este aspecto puede derivar en abuso físico o verbal.

Aunque el sector de WASH está haciendo un enorme esfuerzo para centrarse en la MHM, las intervenciones se basan predominantemente en las escuelas. Las mujeres con discapacidad tienen menos probabilidades de ir a la escuela en Nepal1, así que se pierden de información. Y a veces las mujeres con discapacidad son excluidas de la escuela porque comienzan a menstruar. Por ejemplo, una niña con discapacidad intelectual fue excluida permanentemente cuando comenzó su menstruación porque sus maestras pensaban que no sería capaz de manejarlo.

Las intervenciones de MHM no tienden a ayudar a las cuidadoras a manejar el período menstrual de alguien más; asimismo pueden terminar perdiéndose la intervención. Una madre, que no podía salir de la casa debido a sus deberes, comentó: "He oído que viene gente a nuestro pueblo a enseñar sobre esas cosas, pero no me han enseñado sobre el manejo de la menstruación. No sabemos nada más. Yo no salgo a ninguna parte".

Cumpliendo con los derechos humanos de todos

A las mujeres con discapacidad se les relega cuando empiezan a menstruar. Se violan sus derechos humanos al agua y al saneamiento. Los profesionales de servicios de WASH, los responsables y los ciudadanos juegan un papel vital para lograr que esto cambie.

Con base en nuestras conclusiones, WaterAid y LSTHM están desarrollando una innovadora campaña de cambio de comportamiento en materia de MHM inclusiva de discapacidades, específicamente para las mujeres con discapacidad intelectual en Nepal. Este grupo se enfrenta a desafíos adicionales porque quienes lo conforman generalmente no pueden manejar su menstruación de forma independiente; dependen de sus cuidadoras, quienes a su vez, requieren apoyo.

Nuestra campaña tiene una perspectiva más flexible para las intervenciones de MHM inclusivas en el aspecto de discapacidad, que se centra en los requisitos específicos de acceso, información y apoyo para estos grupos a fin de asegurarse de que se cumplan. Será la primera intervención de este tipo.

Otro ejemplo de que WaterAid impulsa el progreso en esta área mediante el aumento de la base de pruebas es la investigación realizada por Sarah Gelbard (Estudiante de maestría en salud pública de Emory University) y Kirany Leap (consultora de investigación en WaterAid Camboya). Con más pruebas concluyentes podemos construir un caso más sólido y campañas más eficaces, llegando a más de las mujeres que se están relegando.

Documentaremos el desarrollo de nuestra campaña en una serie de blogs; el siguiente tratará sobre el proceso del diseño de las intervenciones. ¡Esté pendiente!

Jane Wilbur es investigadora adjunta de London School of Hygiene and Tropical Medicine. Tuitea como @janewilbur. Johanna Naradzay es directora de programas de higiene en WaterAid Reino Unido.

Banks LM et al (2018). Disability-inclusive social protection research - A national overview with a case study from Tanahun district. Disponible en http://disabilitycentre.lshtm.ac.uk/files/2018/06/Full-report_Nepal.pdf