Siete vías para poner fin a la desnutrición mediante la integración de la nutrición y el agua, el saneamiento y la higiene

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Niños felices disfrutando su crema de avena en el Centro de Desarrollo Infantil de Ntondoko, Zomba, Malawi, febrero de 2019.
Image: WaterAid/ Dennis Lupenga

A nivel mundial, más de uno de cada cinco niños menores de cinco años sufren retrasodel crecimiento, lo que perjudica irreversiblemente su desarrollo físico y cognitivo y limita sus posibilidades de vida. El saneamiento deficiente es el segundo factor de riesgo importante para el retraso del crecimiento en todo el mundo.

Para poner fin al hambre y a los efectos devastadores y a largo plazo de la desnutrición, debemos abordar sus causas profundas. La falta de acceso al agua potable, a un saneamiento decente y a una buena higiene sigue siendo un factor dramático de la desnutrición, especialmente entre los niños. Es hora de que los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, los donantes y el sector privado apliquen colectivamente nuevos enfoques para asegurar que las intervenciones en materia de agua, saneamiento e higiene (WASH) se integren mejor en las políticas y programas de nutrición.

Lecciones coherentes de Madagascar, Camboya y Etiopía

No hay una fórmula mágica para crear un enfoque multisectorial de la nutrición y las medidas deben ser específicas para cada contexto. Sin embargo, la investigación conjunta de Action Against Hunger y WaterAid en Madagascar, Camboya y Etiopía señala al menos siete impulsores o factores facilitadores que pueden apoyar un trabajo más conjunto entre las partes interesadas en la nutrición y WASH para una integración exitosa de las intervenciones relacionadas con el agua, el saneamiento y la higiene con políticas y programas de nutrición. Estas son siete vías que pueden contribuir a crear un cambio duradero para las comunidades y los países que se encuentran retenidos por la desnutrición crónica.

Nuestra experiencia, basada en entrevistas cualitativas a las partes interesadas en los tres países, apunta a oportunidades y puntos de entrada para que los gobiernos y socios fortalezcan enfoques multisectoriales. Este hallazgo es coherente con la labor y la experiencia anteriores del Banco Mundial, USAID, Action Against Hunger y otras partes involucradas en el desarrollo a nivel internacional. Reconocemos la complejidad del tema, pero esperamos contribuir a la conversación compartiendo nuestra experiencia.

Las siete vías son:

1. Liderazgo

El apoyo y el liderazgo deben ser asegurados al más alto nivel, desde el primer ministro o el presidente. La desnutrición es multicausal, por lo que es esencial un liderazgo firme para impulsar la coordinación interministerial necesaria para abordarla y hacer que los ministerios competentes rindan cuentas de la integración de WASH y la nutrición en los planes de desarrollo. Sin un respaldo de alto nivel y claro, se puede cometer un error en la priorización.

2. Políticas

Del mismo modo que el liderazgo debe venir desde la cima, también lo deben hacer las políticas. Los planes nacionales y regionales de desarrollo deben adoptar un enfoque multisectorial para integrar la nutrición y las intervenciones en materia de agua, saneamiento e higiene, con el fin de mejorar la nutrición infantil. Las políticas específicas en relación con la nutrición y los servicios de WASH deben coordinarse y referirse mutuamente, cada una de las cuales requiere ministerios principales, presupuesto, metas e indicadores suficientes.

Sobre el terreno, las intervenciones correspondientes deben ofrecer un paquete mínimo integrado de servicios y mensajes de salud, nutrición y agua, sananeamiento e higiene. Centrarse en la promoción de comportamientos clave de higiene (como el lavado de manos en momentos clave, el tratamiento y almacenamiento seguros de alimentos y agua, y la eliminación segura de las heces infantiles), dirigida especialmente a las madres, los recién nacidos y los niños, y combinado con intervenciones nutricionales, ofrece un punto de entrada para la integración.

3. Financiamiento y sistemas gubernamentales sólidos

Para que las políticas puedan traducirse en medidas concretas, los planes de WASH y nutrición deben estar plenamente financiados, con estrategias de financiamiento claramente definidas en todos los ministerios que apoyen una mejor coordinación. El financiamiento a nivel nacional e internacional debe aumentar para apoyar los sistemas gubernamentales y garantizar que las intervenciones relacionadas con agua, saneamiento e higiene puedan armonizarse con las intervenciones en materia de nutrición.

4. Datos

Los gobiernos y los donantes deben dar prioridad a las inversiones en sistemas de datos a fin de que las intervenciones puedan priorizarse y orientarse eficazmente, y permitir un monitoreo confiable. Las políticas públicas deben basarse en una recopilación sistemática de datos localizados a fin de orientar las intervenciones en materia de agua, saneamiento e higiene a los puntos críticos de desnutrición, dando prioridad a las madres, los recién nacidos y los niños pequeños.

Sin datos relevantes, ¿cómo pueden los actores elegir dónde centrar los esfuerzos y hacer un seguimiento del progreso? Los países necesitan datos actualizados y localizados sobre la desnutrición y que se compartan periódicamente datos entre los ministerios responsables de la nutrición y el agua, el saneamiento y la higiene.

Raoly, 29 años, y su hija, Natasha, en el punto de abastecimiento de agua, seis meses después de la llegada del agua a su pueblo. Pueblo de Tsarafangitra, comuna de Belavabary, distrito de Moramanga, Madagascar, marzo de 2018.
Raoly, 29 años, y su hija, Natasha, en el punto de abastecimiento de agua, seis meses después de la llegada del agua a su pueblo. Pueblo de Tsarafangitra, comuna de Belavabary, distrito de Moramanga, Madagascar, marzo de 2018.
Image: WaterAid/ Ernest Randriarimalala

5. Coordinación subnacional

A fin de aplicar las políticas de manera sostenible, es esencial garantizar reuniones periódicas de coordinación entre las partes interesadas, tanto a nivel local como nacional. Los sólidos mecanismos nacionales de coordinación establecidos a nivel ministerial deben emularse a nivel subnacional. Los gobiernos nacionales y los donantes deaben invertir en el fomento de la capacidad de las autoridades subnacionales y crear incentivos para que planifiquen, apliquen y supervisen conjuntamente los enfoques integrados relacionados con los servicios de agua, saneamiento e higiene y la nutrición.

6. Intercambio de conocimientos

Las autoridades locales, las organizaciones de la sociedad civil, las ONG y los donantes deben dar prioridad a la documentación y el intercambio de conocimientos y experiencias de los proyectos integrados de WASH y nutrición, a fin de ayudar a los gobiernos a adoptar y ampliar los modelos que funcionen. Esto tiene que suceder desde el nivel local hasta el internacional. La colaboración en curso entre el Movimiento Scaling Up Nutrition (SUN) y la Asociación Saneamiento y Agua para Todos (SWA) es un gran foro para compartir lecciones.

7. Rendición de cuentas

Los gobiernos deben garantizar la transparencia y la rendición de cuentas —factor clave para impulsar enfoques multisectoriales—. Definir claramente las funciones y responsabilidades entre los sectores y las partes interesadas que trabajan en el sector WASH y de nutrición, y las medidas comunes de éxito, significan que todo el mundo sabe dónde se encuentran y sobre qué deben rendir cuentas y ante quién. La comunicación abierta y clara de los nuevos enfoques multisectoriales puede demostrar a los ciudadanos los beneficios previstos a largo plazo y ayudarlos a hacer rendir cuentas al gobierno.

Como demostraron las pruebas de los beneficios de WASH y SHINE, la relación entre nutrición y WASH es compleja. Sin embargo, una mejor colaboración entre los sectores WASH y la nutrición puede, sin duda, apoyar el progreso colectivo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para poner fin a la desnutrición y garantizar que todos, en todas partes, tengan acceso al agua, el saneamiento y la higiene.

Los gobiernos y los donantes deben actuar de manera diferente invirtiendo en medidas integradas en materia de nutrición y agua, saneamiento e higiene, a fin de asegurar que todos los niños tengan un comienzo saludable que es su derecho.