La estrategia de ayuda del Reino Unido: oportunidades y desafíos para el WASH

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Image: WaterAid/Andrew McConnell

La nueva estrategia de ayuda del gobierno del Reino Unido fijará su enfoque de la ayuda exterior hasta 2020, y asignará la mitad a estados y regiones frágiles. ¿Qué significa esto para el agua, el saneamiento y la higiene? Bethan Twig, gerente de incidencia política de WaterAid en el Reino Unido, analiza los desafíos y oportunidades potenciales que la estrategia presenta para el sector.

La nueva estrategia de ayuda del Reino Unido comienza reafirmando el compromiso del Reino Unido de asignar el 0.7 % del producto interno bruto (PIB) al desarrollo en el extranjero. Esto demuestra un compromiso continuo de solidaridad con las personas más vulnerables del mundo y nosotros, el Reino Unido, deberíamos estar orgullosos. Ahora, sin embargo, la mitad del 0.7–% irá a estados y regiones frágiles cada año hasta 2020, como parte de la reestructuración para “hacer frente a los desafíos mundiales y las causas de la pobreza”, incluidos la migración, el terrorismo y el cambio climático.

El enfoque de la estrategia hará que los departamentos gubernamentales distintos al DfID, incluidos el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Defensa, inviertan en la Asistencia para el Desarrollo en el Extranjero (ODA). Junto con los socios ajenos al gobierno, incluido el sector privado, los departamentos que no pertenecen al DfID invertirán hasta un 28 % de la ODA. Se pondrá fin a todas las contribuciones tradicionales de país a país sin fines específicos a los gobiernos extranjeros, con miras a dar a la ODA una transformación más temática, por ejemplo, centrarse en determinadas áreas como la salud o la resiliencia climática. La relación calidad-precio también es un enfoque central en toda la estrategia.

Se establecerán nuevos fondos gubernamentales, incluido el “Fondo Ross” conjunto del gobierno del reino unido y la Gates Foundation de £3,000 millones, cuyo objetivo es ayudar a combatir la malaria y otras enfermedades infecciosas.

¿Qué significan los cambios para WASH?

Hasta que el gobierno establezca las prioridades nacionales y emita prioridades en las revisiones de la ayuda bilateral y multilateral, que se esperan en los próximos meses, será difícil evaluar la importancia exacta de estos cambios propuestos y cómo pueden afectar el trabajo de WaterAid.

Sin embargo, en definitiva hay desafíos y oportunidades que deben tenerse en cuenta.

Evaluar el presupuesto de la ODA en vista de los cambiantes acontecimientos mundiales es importante, así como lograr una buena relación calidad-precio. La ODA es necesaria para lograr los Objetivos Globales y ayudar a que los países sean más estables, receptivos y desarrollados, incluida la prestación de respuesta humanitaria, por ejemplo, a Siria. Sin embargo, es preocupante que la ayuda se desvíe del objetivo central de reducir la pobreza en los países más pobres y pueda obstaculizar el progreso hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que debería ser el enfoque clave del DfID.

En particular, dado que el acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene son vitales para lograr el desarrollo sostenible, debe priorizarse la implementación del Objetivo 6. Sin abordar los factores que impiden que las personas más pobres accedan a los servicios de WASH, sin duda la desigualdad aumentará y no será posible reducir la pobreza. La falta de acceso al agua y al saneamiento impide de manera desproporcionada que los más pobres, los más marginados y las mujeres y niñas alcancen su potencial y participen equitativamente en el desarrollo de su país, lo que afecta a todos los ámbitos de su vida.

Las revisiones de la ayuda establecerán los compromisos financieros, temáticos y nacionales del DfID. Esperamos que aclaren la forma en la que el gobierno del Reino Unido planea implementar la Agenda 2030 y cómo se priorizará el Objetivo 6 sobre agua y saneamiento.

Una visión clara para WASH

WaterAid pide al gobierno que dé prioridad a los servicios de WASH y refuerce los compromisos existentes, de modo que las políticas de WASH reflejen la magnitud del agua mundial y, especialmente, el desafío del saneamiento. Los compromisos podrían incluir aumentar la inversión bilateral de WASH en al menos un 1 % hasta 2020 (actualmente solo el 2 % del presupuesto bilateral de ODA se destina a WASH) y designar a más expertos en WASH en los países prioritarios del DfID.

También sería muy útil aclarar de qué manera el gobierno del Reino Unido planea apoyar las iniciativas en materia de WASH en las estrategias nacionales sostenibles; esto es especialmente importante en vista de los planes para poner fin al apoyo presupuestario general y la necesidad de demostrar un compromiso continuo para apoyar el fortalecimiento del gobierno y del sistema.

Además, sería muy positivo tener una visión clara de la integración de WASH en otros programas y la inclusión de WASH en el ámbito de los nuevos fondos para la salud. Sin embargo, no se ha mencionado a WASH como centro de atención del Fondo Ross. Dado que WASH es clave para la prevención de enfermedades infecciosas, debe incluirse en el alcance del Fondo.

El 28 % de la ODA se gastará a través de departamentos distintos al DfID, lo que supone prácticamente una duplicación del gasto en el extranjero fuera del DfID. Dado que el enfoque de la ODA, el gasto y el suministro serán cada vez más intergubernamentales y con nuevos socios, es importante que el gobierno británico garantice que los gastos para ayuda por parte de otros departamentos cumplan los mismos altos estándares de eficacia del desarrollo y relación calidad-precio que el DfID y, al igual que el DfID, contribuyan a cumplir con la supervisión de la Agenda 2030. Nos interesa mucho ver la aplicación de los principios de eficacia de la ayuda en todos los departamentos, para garantizar la apropiación, la alineación y la armonización de los resultados y la rendición de cuentas mutua.

Oportunidades continuas

Aunque es demasiado pronto para sacar conclusiones finales sobre el aspecto futuro de la agenda de desarrollo del Reino Unido, la nueva estrategia de ayuda es un avance significativo en la visión predominante de cómo debe gastarse la ayuda del gobierno del Reino Unido. Subraya los desafíos actuales a los que se enfrentan quienes trabajan en el desarrollo internacional en una era “posterior al -0.7 %”.

Por lo tanto, esperamos con impaciencia las revisiones de la ayuda y tenemos la esperanza de que el gobierno aproveche esta oportunidad para exponer claramente cómo planea priorizar la Agenda 2030 y cumplir su promesa de contribuir a un mundo con acceso universal al agua y al saneamiento para 2030.

Bethan Twigg tuitea como @b_twigg