#PressforProgress: romper barreras y desafiar los estereotipos  

4 minutos de lectura
Miniatura
Image: Father Tesfa Senay and his wife Muluken Dessie are raising happy and healthy children because of the arrival of clean water in their neighbourhood. Burie, Amhara, Ethiopia. WaterAid/Behailu Shiferaw.

Actuar y pensar de una manera que incluya la perspectiva de género nos llevará más rápido a lo que queremos que ocurra: la erradicación de la pobreza y que las personas a las que servimos disfruten de los beneficios de un cambio duradero. Bethlehem Mengistu, Directora de País de WaterAid Etiopía, comparte su experiencia sobre el efecto dominó de WASH en la igualdad de género en Etiopía.

El tema del Día Internacional de la Mujer (#PressforProgress) de este año es fantástico, no solo porque pone de relieve la necesidad de un esfuerzo colectivo para lograr un cambio colectivo, sino también porque refleja la atención urgente que merece la igualdad de género. Creo que todo es posible cuando se reúnen personas de ideas afines. Y cuando esas personas son mujeres, bueno, pueden ser casi imparables...

Me gusta especialmente el tema porque subraya que el camino hacia el progreso es inclusivo y con beneficios compartidos: mujeres y hombres trabajando juntos para lograr el progreso social.

Al cabo de más o menos de siete años de colaborar con WaterAid, he visto el increíble impacto que el agua apta para el consumo, el saneamiento decente y una buena higiene (WASH) tienen en las comunidades, en mujeres hombres, niñas y niños. Los efectos inmediatos a menudo son obvios: el acceso a WASH salva vidas y permite a las personas tener una vida digna y saludable.

Pero, ¿qué decir de los impactos sociales y psicológicos, más sutiles, que a menudo no tomamos en cuenta en nuestros informes porque son difíciles de cuantificar?

Siempre trato de reevaluar los diferentes enfoques que empleamos en el sector de WASH para influir en los roles de género y las relaciones de poder para garantizar que los beneficios de estos servicios se disfruten por igual entre los géneros.

Por ejemplo, un enfoque clave consiste en que los comités de WASH cumplan una cuota de 50:50 de hombres y mujeres. Este enfoque es importante, pues creo que la participación y la representación son fundamentales para ser escuchados y tenidos en cuenta. Sin embargo, la cuota no debe considerarse como un fin en sí misma, sino como un medio para tomar decisiones conjuntas y garantizar que se compartan los beneficios de los servicios.

Responsabilidad compartida

Una reciente visita de campo a Burie, uno de nuestros proyectos en la región de Amhara, me enseñó algo completamente nuevo sobre el impacto (honestamente involuntario, pero positivo) que la mejora de los servicios de WASH ya está teniendo en la redefinición de las relaciones de género, incluso en esas comunidades rurales y, por lo tanto, más bien patriarcales.

Vimos a algunos hombres que, caminando al lado de sus esposas e hijas, llevaban a casa bidones de agua (¡vaya!). Hablamos con uno de ellos, Tamiru, un ex soldado, y le hicimos algunas preguntas al respecto. Esto es lo que dijo:

«Ayer también recogí dos bidones. Puede que no siempre tenga la intención de venir a recoger agua, pero si veo que mi esposa o mis hijos lo están haciendo, me acerco y me llevo uno de los bidones de camino a casa. Estamos aprendiendo que los hombres debemos recoger agua al igual que las mujeres. En nuestro idioma hay un dicho que dice: «Un marido tonto se ríe cuando su cena se cocina de más». Esto significa que un marido inteligente debe entender que sacar del fuego la comida para que no se cocine demasiado no es necesariamente una tarea de su esposa. Debería darse cuenta de que, si pasa eso, todos se van a ir a dormir hambrientos. Los hombres tenemos que hacer nuestras partes para mejorar nuestros medios de subsistencia. Sin duda, de ahora en adelante recogeré agua voluntariamente. Muchos hombres ya lo están haciendo.»

Tamiru Werqe bombea agua en el nuevo punto de abastecimiento de agua. Ligazh, Burie Zuria Wereda, Amhara, Etiopía.

Esta conversación fue impactante para algunos de nosotros. ¿Tienen ustedes una idea de la cantidad de capacitaciones, reuniones de consulta comunitaria, folletos y anuncios de radio se requerirían normalmente para conseguir que los hombres de esas zonas rurales hicieran tales tareas «femeninas»? ¡Muchos! Y, de cualquier manera, ¿los cambios de comportamiento impuestos externamente son sostenibles?

Lo maravilloso de este cambio en particular es que ni siquiera lo planeamos. El cambio de comportamiento simplemente siguió al cambio en su estilo de vida, que a su vez siguió al cambio en la forma en que la comunidad accedía al agua y la veía.

Beneficios compartidos

Otro hombre de la comunidad nos dijo algo que me resultó igual de impresionante.

Bazizew dijo: «Está cambiando todo. Estamos dejando que nuestros hijos sean niños y que los estudiantes sean estudiantes. Mi esposa puede quedarse en casa y encargarse de las otras tareas mientras yo recojo agua. Solo nos ahorra tiempo a todos nosotros. Entonces podemos ir a trabajar juntos en la granja. ¿Sabes lo que significa tener a tu esposa trabajando a tu lado en la granja? Tu productividad se duplica.»

Bazizew Yeruq está feliz de conseguir finalmente agua limpia en su pueblo. Wulanta, Burie Zuria Wereda, Amhara, Etiopía.

Los cambios más sostenibles son los que ofrecen incentivos prácticos en la vida cotidiana de las personas; las comunidades a las que servimos están empezando a ver estos incentivos por sí mismas. Ya están dejando a un lado los arcaicos estereotipos de género e insistiendo en el progreso, ¡juntos! Es hora de que el resto de nosotros hagamos lo mismo.

¡Feliz Día de la Mujer!