Diez años de los derechos humanos al agua y al saneamiento: nuestras contribuciones y el camino a seguir

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Miembros de la comunidad se reúnen para una “asamblea de activación del saneamiento comunitario” organizada por KIRDARC en el pueblo de Kharelthok, distrito de Kavrepalanchok, región central, zona de Bagmati, Nepal el 10 de julio de 2016.
Image: WaterAid/ Adam Ferguson

Con motivo del décimo aniversario del reconocimiento del derecho humano al agua y al saneamiento por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), Louisa Gosling y Katie Tobin describen cómo nosotros y nuestros socios hemos contribuido a promover estos derechos, y expresan su expectativa de que sigamos trabajando para que haya agua apta para el consumo, saneamiento e higiene disponibles para todos, en todas partes.

El 28 de julio se cumplen diez del reconocimiento del derecho humano al agua y al saneamiento por parte de la AGNU. En la última década, cerca de la mitad de los países en vías de desarrollo han reconocido este crucial derecho en su respectiva constitución, y se han logrado algunos progresos en el acceso al agua, el saneamiento y la higiene (WASH). Pero 785 millones de personas todavía no tienen agua limpia cerca de casa y 2.000 millones disponen de un retrete decente propio. La situación es especialmente grave para las personas y grupos que sufren discriminación o viven en la pobreza.

El mandato del Relator especial sobre el derecho humano al agua potable y al saneamiento se estableció en 2008 para examinar estas cuestiones cruciales y promover los derechos humanos junto con los asociados de la sociedad civil, incluida WaterAid. Léo Heller, actual Relator especial, está recopilando buenas prácticas para promover el derecho humano al agua y al saneamiento para su informe final, al que hemos contribuido. En la última década, hemos desarrollado herramientas prácticas y realizado análisis con el objeto de ayudar a los países y las comunidades a hacer que se respete tal derecho.

Observación progresiva de los derechos humanos y la rendición de cuentas respecto de los compromisos asumidos

Los gobiernos tienen la obligación de garantizar la observación progresiva de los derechos humanos de todos. Esto significa poner en marcha medidas y planes concretos para asegurar que los servicios de WASH lleguen a todos y sean sostenibles, lo que incluye la movilización de recursos. Este es un gran desafío para muchos países, y las agencias como la nuestra se han comprometido a apoyar el fortalecimiento del sistema y el empoderamiento (PDF) a efecto de garantizar la sostenibilidad y alentar a las comunidades a reivindicar sus derechos.

Como miembro de la coalición Agenda para el Cambio, colaboramos con los gobiernos para fortalecer los sistemas, procesos e institucionesnecesarios para garantizar que los servicios sosteniblessean accesibles para todos. Nuestro trabajo sobre el cambio de comportamiento WASH se sitúa dentro de esta óptica. También, hemos centrado la atención en los derechos humanos a lo largo de una década de acción y aprendizaje sobre la incorporación e integración de un enfoque de WASH basado en los derechos humanos, reconociendo los vínculos entre estos derechos y otros (p. ej., salud, educación y vivienda) y a los titulares como agentes clave del cambio.

Muchos de nuestros programas ponen énfasis en la incidencia política colectiva, el fortalecimiento de la capacidad de las comunidades y los titulares de los derechos para exigir que los titulares de las obligaciones respeten sus compromisos, y la exigencia del cumplimiento del derecho humano al agua y el saneamiento. Por ejemplo, en el marco de nuestro proyecto Twenty Towns in Ethiopia (PDF), hemos apoyado foros de clientes para que interactúen con las empresas de servicios públicos. Los funcionarios gubernamentales han citado esto como un buen ejemplo de compromiso firme entre clientes y proveedores que ayuda a identificar a quiénes se está excluyendo de los servicios. WaterAid también acoge la red mundial de la sociedad civil End Water Poverty, que ayuda a las personas a reivindicar su derecho al agua y al saneamiento.

Miembros del Foro de Clientes en un debate en la empresa de servicios públicos de agua de Debre Tabor, Debre Tabor, sur de Gondar, Amhara, Etiopía.
Miembros del Foro de Clientes en un debate en la empresa de servicios públicos de agua de Debre Tabor, Debre Tabor, Amhara, Etiopía, 2018 como parte del proyecto Twenty Towns.
Image: WaterAid/ Will Crowne

Se requiere un monitoreo eficaz de los servicios WASH liderado por los gobiernos para hacer un seguimiento de los progresos y, algo que es más importante aún, para la planificación, presupuestación y prestación de servicios basados en datos empíricos por parte de los gobiernos y los proveedores de servicios. Un proceso de monitoreo transparente, que hemos apoyado desde hace mucho tiempo en varios países, puede ayudar a fortalecer los mecanismos de rendición de cuentas entre las autoridades de servicios y las comunidades, con el respaldo de investigaciones para demostrar que mejores datos pueden llevar a mejores decisiones.

Como miembro de la coalición Making Rights Real, propugnamos que las organizaciones de la sociedad civil pongan sobre la mesa los principios de derechos humanos en las deliberaciones con funcionarios de los gobiernos locales, a fin de que aclaren sus funciones y responsabilidades como titulares de obligaciones e identifiquen y aborden las dificultades sistémicas que obstaculizan su cumplimiento del derecho humano al agua y al saneamiento para todos. Esto promueve el liderazgo del gobierno y ayuda a los defensores de los gobiernos locales a encontrar formas de avanzar, a menudo en un entorno de recursos muy limitados. La coalición Making Rights Real también promueve la aplicación práctica de los derechos humanos en diferentes contextos, por ejemplo en respuesta a la COVID-19.

Adoptamos un enfoque holístico de los derechos humanos, argumentando que el cumplimiento de un derecho no debe ir en detrimento de otro (por ejemplo, el cumplimiento del derecho al saneamiento no debe obstar para que se cumpla el derecho a un trabajo decente). Nuestra investigación e incidencia política sobre los trabajadores sanitarios ha puesto de relieve la discriminación, la marginación y la falta de protección que sufren estos trabajadores; la coalición que instigamos entre el Banco Mundial, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un informe inicial sobre la salud, la seguridad y la dignidad de los trabajadores sanitarios. Por otra parte, WaterAid India lidera un proyecto financiado por la Comisión Europea sobre la rebusca manual entre basuras, que se centra en poner fin a esta práctica y garantizar la protección y las oportunidades de empleo de las personas que actualmente se ocupan de ella, a menudo mujeres y típicamente aquellas que sufren discriminación en razón de su trabajo y su ascendencia (casta).

En nuestra respuesta a la COVID-19 y nuestra planificación para el futuro, es imperativo aplicar los principios de derechos humanos —igualdad y no discriminación, participación, transparencia, rendición de cuentas y sostenibilidad— en pro de la dignidad de las comunidades marginadas y vulnerables y su empoderamiento. Utilizamos estos principios para orientar nuestra respuesta, y esto nos permitirá obtener resultados más inclusivos y sostenibles, protegiendo y salvando vidas ahora y en el futuro.

Muniraju, 37 años, sacando de una letrina de pozo a Kaverappa, 54 años, en Bangalore, India, en Bangalore, India. Son trabajadores de saneamiento vaciando una letrina de pozo. No están usando ningún equipo de protección.
Muniraju sacando de una letrina de pozo a Kaverappa en Bangalore, India. Nuestra labor con el Banco Mundial, la OIT y la OMS llamó la atención sobre las condiciones a menudo peligrosas que enfrentan muchos trabajadores de saneamiento.
Image: WaterAid/ CS Sharada Prasad/ Safai Karmachari Kavalu Samiti

Promoción de la igualdad y la no discriminación

La aplicación del principio de derechos humanos de igualdad y no discriminación se basa en la comprensión de las barreras a los servicios que enfrentan los grupos marginados. Nuestro kit de herramientas sobre igualdad, no discriminación e inclusión en WASH es una compilación de herramientas destinada a ayudar a los actores del sector de WASH a comprender y abordar estas barreras, e incluye una auditoría de accesibilidad y seguridad para garantizar que las instalaciones sean accesibles y seguras para las mujeres y las personas con discapacidad.

El punto focal de nuestra programación de saneamiento rural es el diseño de programas y la colaboración con los gobiernos para garantizar que la planificación y prestación de servicios de saneamiento cumplan con los parámetros de equidad, para llegar a todos y no dejar a nadie atrás. Cada vez más países están adoptando el principio fundamental de la equidad, promoviendo los derechos de todos los ciudadanos al saneamiento e incluyendo el acceso universal al saneamiento en los planes de distrito.

Nuestra investigación realizada en Zambia y Uganda sobre WASH y las discapacidades demostró que la mayoría de los hogares rurales que incluían personas de edad avanzada y con discapacidad no disponían de servicios de WASH accesibles. Una de las razones de ello era la falta de información sobre tecnologías WASH económicas. Para colmar esta laguna y mostrar a las familias y al personal técnico cómo adaptar de manera económica las instalaciones WASH para que sean accesibles, elaboramos conjuntamente con WEDC el Compendio de tecnologías WASH accesibles (2014) con WEDC. Este compendio se ha utilizado ampliamente y en algunos países se ha adaptado a las directrices nacionales.

La infraestructura accesible es importante, pero solo es una parte de la solución para hacer que los servicios de WASH sean más inclusivos para las personas con discapacidad. Se necesitan asociaciones con organizaciones de personas con discapacidad y otros especialistas para abordar las barreras sociales y de actitud, como en este ejemplo de Camboya.

La gestión de la higiene menstrual (GHM) es un aspecto importante del derecho humano al agua y al saneamiento. En 2012 colaboramos en la creación del kit de herramientas "La higiene menstrual importa", la cual desató una conversación global más amplia sobre la GHM que ha propiciado una comprensión holística de la salud menstrual. Este kit cubre aspectos clave de la higiene menstrual en diferentes entornos, y se ha convertido en un texto básico y fundamental para muchos trabajos posteriores sobre el tema.

Uno de los programas que más nos enorgullecen es nuestro proyecto Disabling Menstrual Barriers, diseñado por WaterAid Nepal para comprender y abordar el desatendido problema de la GHM entre mujeres y niñas con discapacidad intelectual. Aplicando un enfoque basado en derechos, el proyecto realizó una investigación activa para dilucidad las necesidades de GHM específicas de (1) las adolescentes y jóvenes con discapacidad intelectual y las barreras que enfrentan para manejar su menstruación higiénicamente y con dignidad; y (2) las cuidadoras que las apoyan durante la menstruación.

Mediante el establecimiento de una gama de métodos participativos para conocer las opiniones de los grupos objetivo, el equipo pudo desarrollar un concepto de intervención adecuado que captó el interés del público, suscitó una respuesta emocional y motivó a la adopción de los comportamientos previstos .

Kanchhi y su hija Meena, estudiando herramientas utilizadas en el proyecto de barreras menstruales Disabling, afuera de la oficina del municipio de Banepa, Kavre, Nepal.
Kanchhi y su hija Meena estudiando herramientas usadas en el proyecto de barreras menstruales Disabling, afuera de la oficina del municipio de Baanepa, Kavre, Nepal.
Image: WaterAid/ Shruti Shrestha

La salud menstrual es una faceta clave del derecho de las mujeres y las niñas al agua y al saneamiento, pero los esfuerzos para lograr servicios WASH transformadores desde la perspectiva de género van más allá de la GHM. El género es una pieza clave de nuestro marco de equidad e inclusión. Al reflexionar sobre los acontecimientos ocurridos en el decenio transcurrido desde que se inició este trabajo de formación, WaterAid Australia elaboró recientemente un «marco para el empoderamiento de la mujer y la transformación desde la perspectiva de género», que proporciona orientación sobre cómo promover los proyectos WASH a lo largo de un espectro que abarca la inclusión, el empoderamiento y la transformación con respecto a las relaciones de género y los derechos de la mujer.

Estamos implementando el marco a través de un proceso de autoevaluación de género a nivel nacional con personal de WaterAid, para fomentar la autorreflexión sobre normas cultural y socialmente determinadas que influyen en la forma en que diseñan y gestionan las intervenciones WASH. Este proceso también alienta a los especialistas en la materia a colaborar más eficazmente con especialistas en género para ayudar a diseñar programas que tengan como objetivos específicos la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, así como la incidencia política a favor de acciones conjuntas sobre WASH y derechos de la mujer.

En Timor-Leste hemos abordado normas de género profundamente arraigadas a nivel comunitario mediante un enfoque priorizado durante diez años sobre la desigualdad y la elaboración de un manual de incorporación de la perspectiva de género en los servicios de WASH en las zonas rurales. En las zonas rurales de Timor-Leste, las normas socialmente prescritas refuerzan una división del trabajo doméstico basada en el género, lo que da lugar a que las mujeres hagan mucho más trabajo no remunerado que los hombres en lo que se refiere a WASH.

En una revisión cualitativa 2019 de nuestro enfoque, dirigida por el Instituto de Futuros Sostenibles de la Universidad Tecnológica de Sydney (ISF-UTS), las comunidades informaron cambios positivos, por ejemplo: los hombres y las mujeres estaban más dispuestos a compartir las tareas domésticas y trabajaban mejor juntos; las mujeres tenían una mejor posición y participaban más en la toma de decisiones en el hogar; y los hombres se ocupaban más de la recogida de agua y la limpieza del hogar. El enfoque ha recibido el respaldo del gobierno y lo han adoptado otros agentes del sector de WASH en Timor-Leste.

También hemos desempeñado un papel central en la elaboración de guías prácticas para aseos públicos y comunitarios adaptados a las necesidades de las mujeres. Esto se debe a que fuimos el colaborador principal en la investigación y documentación que culminó con el trabajo Violencia, género y WASH: un conjunto de herramientas para profesionales, elaborado en respuesta a la relación entre la falta de acceso a servicios WASH adecuados y el aumento de la vulnerabilidad a la violencia de diversas formas.

Sobre esta premisa y con una mayor comprensión de la importancia de la seguridad, la privacidad y la accesibilidad para las mujeres, trabajamos con la organización WSUP y el UNICEF en la elaboración de una guía para aseos públicos y comunitarios adaptados a las necesidades de las mujeres para los encargados de tomar decisiones. Su marco ya se ha aplicado en la India, Bangladesh, Nepal y Tanzania, incluso mediante su incorporación a directrices nacionales de la India.

El «Marco de empoderamiento de la mujer y transformación desde la perspectiva de género» también reconoce que el género no es binario. En colaboración con varias otras organizaciones, publicamos el primer artículo sobre Saneamiento con inclusión de personas transgénero: información sobre Asia Meridional. La investigación, coautoría y publicación de este artículo ha ayudado a identificar los problemas de saneamiento de las personas transgénero y a incorporar este tema tabú más abiertamente en las discusiones sobre la cobertura universal de las soluciones de WASH. Hemos llevado adelante esta labor por medio de programas e incidencia política en Chhattisgarh (India).

¿Qué sigue? Infundir los derechos humanos en la Década de Acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Nuestro posicionamiento nos ha permitido articular lineamientos, construir una base de evidencia empírica e influir en los encargados de tomar decisiones para el escalamiento de soluciones de política y programáticas que promuevan los derechos, especialmente de las personas con discapacidad y de las mujeres y las niñas. Esta trayectoria de diez años ha sentado las bases para llevar a cabo acciones más amplias y profundas.

Sabemos que WaterAid por sí sola no puede lograr nada. La colaboración con otras organizaciones ha sido medular para el éxito de cada caso aquí citado, y seguirá siendo esencial para que se cumpla el derecho humano al agua y al saneamiento.

La ONU ha definido el período comprendido entre entre 2020 y 2030 como la Década de Acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El presente año también marca la segunda década del derecho humano al agua y al saneamiento, y termina el mandato del Relator especial Léo Heller. Esta confluencia de factores, aunados a nuestra incidencia política debería propiciar un aumento significativo en los esfuerzos para alcanzar los ODS, con el ODS 6, relativo al agua y el saneamiento, como eje.

Desde su creación, el marco internacional de derechos humanos ha influido en la forma en que los gobiernos perciben y responden al derecho de sus pueblos a servicios fundamentales, incluidos los de WASH, y constituye un importante incentivo para la rendición de cuentas a fin de garantizar y promover estos derechos. En WaterAid seguiremos contribuyendo a la aplicación de estas normas globales y las acciones derivadas de ellas, al tiempo que trabajamos para asegurar el cumplimiento de derecho al agua y al saneamiento de todos, en todas partes.

Louisa Gosling es Gerente Senior de WASH en el área de Rendición de Cuentas y Derechos. Sígala en Twitter: @LouisaGosling1. Katie Tobin es Asesora de Incidencia Política. Sígala en Twitter: @travelinKT.