Si no es ahora, ¿cuándo? WASH es fundamental para alcanzar los ODS, especialmente en el contexto del COVID-19

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Azmatun, 18 años, recolecta agua con fines de limpieza de una fuente de agua en el pueblo de Saipur Maafi, distrito de Chitrakoot, Uttar Pradesh, India. Marzo de 2018
Image: WaterAid/ Prashanth Vishwanathan

Con el COVID-19 destacando claramente la falta de avance en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, Katie Tobin expone las medidas urgentes que los gobiernos y los donantes deben tomar para garantizar el agua, saneamiento e higiene universales y hacer frente a las desigualdades.

Nuestro manifiesto para el Foro Político de Alto Nivel de la ONU 2020

Cinco años después de comprometerse con la Agenda 2030, los gobiernos, donantes y sus socios del sector privado no han logrado avances suficientes en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Los principales cambios estructurales en la economía política mundial necesarios para poner fin a la pobreza extrema y el hambre, hacer frente a la crisis climática, corregir las desigualdades, hacer efectivos los derechos de la mujer y garantizar el acceso a los servicios básicos, incluidos el agua, saneamiento e higiene (WASH), no se han logrado. El Foro Político de Alto Nivel (HLPF, por sus siglas en inglés) – la reunión anual de la Organización de las Naciones Unidas destinada a ser un mecanismo de monitoreo de los ODS – no ha inspirado una evaluación honesta de los desafíos para cumplir con ellos ni proporciona una rendición de cuentas significativa por la falta de avance de los gobiernos en sus compromisos.

Con este telón de fondo, la pandemia de COVID-19 está causando efectos catastróficos en la salud, los medios de subsistencia y la vida de cientos de millones de personas en todo el mundo, con al menos 10 millones de personas infectadas por el virus a la fecha. Los cierres de emergencia, los toques de queda y las órdenes de no salir han paralizado la economía mundial, y así muchas personas que viven en la pobreza se ven obligadas a arriesgar su salud al continuar trabajando para subsistir. El virus infecta y mata de manera desproporcionada a quienes se les niega el acceso a las necesidades básicas que los protegerían de la enfermedad: atención sanitaria universal, alimentos nutritivos, vivienda digna – y agua apta para el consumo, saneamiento adecuado y el jabón y el agua necesarios para poder lavarse las manos con frecuencia.

Se necesita con urgencia una respuesta global coordinada al COVID-19

Para que el avance de la Década de Acción para los ODS logre un cambio real, se necesita urgentemente una respuesta global coordinada y solidaria con quienes han soportado la peor parte de la crisis de COVID-19, a través de pasos rápidos y expansivos para financiar e implementar el Programa 2030.

Mientras la comunidad internacional se reúne de forma virtual esta semana para el HLPF, la sociedad civil espera que los gobiernos definan y se comprometan a adoptar un plan claro para cumplir con su responsabilidad como titulares de obligaciones de derechos humanos universales, mediante una rápida y amplia expansión de la prestación de servicios públicos. Para los países donantes, el “estímulo mundial masivo” que se necesita urgentemente para hacer frente al COVID-19 debe implicar un ayuda económica inmediata a los países en vías de desarrollo, en forma de subvenciones en lugar de préstamos, para dar cuenta del papel histórico de los países ricos como ladronzuelos y contaminadores. Sólo un aumento importante de las finanzas públicas internacionales puede garantizar los servicios de WASH (agua, saneamiento e higiene) de forma universal, asequible, accesible, disponible y segura para todos.

El HLPF 2020 brinda a los gobiernos la oportunidad de demostrar que entienden la urgencia de una acción transformadora, y de explicar cómo abordarán y transformarán los sistemas económicos y financieros estructurales globales para captar los recursos necesarios para abordar el COVID-19 y la crisis climática, y compensar las injusticias que les precedieron. La ONU, como única institución multilateral verdaderamente democrática del mundo, debe liderar la coordinación de los enfoques internacionales de tributación, la cancelación y reestructuración de la deuda, y el fin de los subsidios a los combustibles fósiles, junto con otras medidas para liberar liquidez para financiar la respuesta al COVID-19 y el desarrollo sostenible a nivel mundial.

Los niños se lavan las manos en una estación de lavado de manos sin contacto que funciona con los pies en la estación de autobuses de Panga, Kirtipur, Nepal.
Los niños se lavan las manos en una estación de lavado de manos sin contacto que funciona con los pies en la estación de autobuses de Panga, Kirtipur, Nepal.
Image: WaterAid/ Mani Karmacharya

WASH es fundamental para la respuesta al COVID-19

Antes de que el virus comenzara a propagarse, tres mil millones de personas en todo el mundo ya carecían de agua y jabón en el hogar, y casi la mitad de los centros de salud (43%) carecían de servicios básicos de higiene de manos en los centros de atención. En marzo, las Naciones Unidas advirtieron que décadas de subfinanciamiento crónico de la infraestructura hídrica pone al mundo en un mayor riesgo del coronavirus. Practicar una buena higiene es el consejo fundamental para el público, por lo que proporcionar agua apta para el consumo para todos debe ser una medida primordial del gobierno – ¿cómo puede lavarse las manos si no cuenta con agua apta para el consumo?

COVID-19 está haciendo visibles y exacerbando las desigualdades existentes en términos de ingresos, ubicación, género, discapacidad y otros indicadores de discriminación – factores que ya estaban determinando el acceso a los servicios esenciales, incluyendo WASH, antes de que se produjera la pandemia. Para detener la pandemia y reducir al mínimo sus efectos letales se debe proporcionar un apoyo adecuado para el suministro de los servicios vitales de WASH (agua, saneamiento e higiene), en particular mediante el lavado de manos con jabón, dando prioridad a los más pobres y marginados.

WASH es la clave para una reconstrucción mejorada y una recuperación ecológica

A medida que la comunidad internacional comienza a prever esfuerzos colectivos para reconstruir mejor, la reparación de los impactos del COVID-19 debe incluir un nuevo compromiso con la planificación original para el desarrollo mundial incluida en la Agenda 2030. Esta debe incluir un aumento masivo de las inversiones tanto de los donantes como de los gobiernos nacionales para extender los servicios de WASH a todos, como facilitador fundamental para toda la Agenda 2030 y en el cumplimiento de los derechos humanos universales.

El acceso a WASH es crucial para impulsar la resiliencia ante múltiples amenazas mundiales, incluidas las pandemias actuales y futuras y el impacto de la crisis climática, especialmente para los más pobres y marginados. WASH debe ser fundamental en cualquier paquete de recuperación de la salud, ecológico y post COVID-19, definido e implementado por los gobiernos y los donantes bilaterales y multilaterales, para garantizar el progreso hacia el cumplimiento de los derechos humanos y el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Es esencial el financiamiento de los servicios públicos a través de un estímulo mundial masivo

A pesar de los múltiples beneficios que ofrece el acceso a los servicios de WASH, higiene, agua y saneamiento, su financiamiento ha sido crónicamente insuficiente. Gobiernos y donantes han descuidado por décadas los aspectos fundamentales del agua, jabón e inodoros. Antes del COVID-19 ya existía una reducción crítica en el financiamiento: menos del 15% de los países indican niveles de financiamiento suficientes para sus necesidades en materia de agua, saneamiento e higiene, e incluso menos, apenas el 4% de los países (PDF) , cuentan con recursos financieros suficientes para lograr los objetivos nacionales de higiene.

Las medidas colectivas iniciales para abordar el COVID-19 no han proporcionado un financiamiento suficiente para resolver este problema. Nuestro análisis de las principales iniciativas de financiamiento para abordar el COVID-19 indica que de aproximadamente 70 anuncios de donantes o instituciones para ayudar a contener la enfermedad en países de ingresos bajos y medianos, sólo nueve han incluido alguna mención de higiene (y la mayoría de ellas no incluyen más fondos).

En lugar de posicionar el COVID-19 como una excusa para posponer la acción sobre el desarrollo sostenible, los gobiernos y los donantes deben aprovechar este momento para renovar su compromiso con el multilateralismo y la acción colectiva, incluso comprometiendo por lo menos US$9000 millones de dólares de financiamiento adicional para avanzar en los esfuerzos por lograr el ODS 6 sobre agua y saneamiento.

Además del financiamiento específico para el ODS 6 o WASH, el financiamiento del estímulo mundial masivo para responder a la pandemia y la recesión del COVID-19 requiere un paquete integral de reformas fundamentales que comprenda condonación de la deuda, impuestos, ayuda internacional, reservas y subsidios. Esta transformación estructural debe establecerse urgentemente como parte de la respuesta inmediata al COVID-19 y como reorientación permanente y salvaguarda de los sistemas económicos y financieros internacionales.

Al igual que en el caso de WASH, el financiamiento para avanzar en el desarrollo de los ODS fue lamentablemente insuficiente incluso antes de los bloqueos ampliamente instituidos y la recesión económica resultante. Un cálculo conservador indica que las brechas de financiamiento de los ODS en los países en vías de desarrollo son de entre US$1,400 y $2.5 billones de dólares. Las finanzas públicas tendrán que cubrir la mayor parte de ese déficit, especialmente en un mundo posterior al COVID, como lo muestra un próximo estudio del Overseas Development Institute. Sólo una importante entrada de fondos públicos internacionales, supervisada por los principios de transparencia y rendición de cuentas y la participación de la sociedad civil, puede permitir la acción política concertada y el fortalecimiento del sistema (PDF) necesarios para poner fin a la pandemia, ejecutar el Acuerdo Climático de París y ejecutar la promesa universal de los ODS.

Parul Begum cerca de la planta doméstica del sistema de captación de aguas de lluvia junto a su granja avícola, en una zona costera de Bangladesh donde la salinidad del agua dulce está aumentando. Financiado por HSBC.
Parul Begum junto al sistema doméstico de captación de aguas de lluvia que instaló en su granja avícola.
Image: WaterAid/ DRIK/ Habibul Haque

WASH es un camino transformador hacia el desarrollo sostenible

El ODS 6 sobre agua y saneamiento es fundamental para «Proteger y fomentar el bienestar humano y acabar con la pobreza», uno de los seis puntos de entrada identificados por el Informe Mundial sobre Desarrollo Sostenible 2019, en torno al cual se organizará el Foro Político de Alto Nivel 2020. El acceso equitativo y universal a Wash es un facilitador crítico para mejorar el bienestar que promueven los objetivos de desarrollo y la realización de los derechos humanos. Las acciones colectivas urgentes para financiar e implementar la ampliación de los servicios de WASH en hogares, escuelas, centros de salud y espacios públicos servirán como un «camino transformador» hacia la Agenda 2030 y los esfuerzos globales para responder y recuperarse de COVID-19. Consulte también nuestros informes sobre políticas de ODS que tratan de cómo WASH es un facilitador fundamental para la Agenda 2030.

Nuestras recomendaciones para el HLPF 2020

  • Los gobiernos nacionales, municipales y de distrito deben garantizar el acceso a WASH dirigido a los grupos más vulnerables y marginados, en particular mediante la prestación de servicios a las zonas desatendidas y de bajos ingresos a nivel de los hogares y en los centros de atención de la salud. Esto es fundamental para luchar contra la propagación del COVID-19 y para reconstruirse mejor, logrando el ODS 6 como una vía transformadora para los ODS.  
  • Debe aumentarse sustancialmente el financiamiento para WASH, mediante un impulso inicial para garantizar una higiene adecuada en la respuesta al COVID-19 mediante compromisos mundiales nuevos y adicionales de un mínimo de $9.000 millones para complementar la escala de financiamiento para la inmunización y el tratamiento. Después de esta campaña inicial de compromiso centrada en el COVID, los donantes bilaterales deberían comprometerse a duplicar la Ayuda Oficial para el Desarrollo de WASH cada año desde ahora y hasta 2030, para cumplir con los ODS y fortalecer la resiliencia mundial frente a futuras crisis.
  • Debe garantizarse la disponibilidad de servicios, independientemente de la capacidad de pago, la situación de la tenencia de la tierra o la vivienda, la condición de ciudadanía, la movilidad individual u otras barreras. Las asociaciones con grupos comunitarios y organizaciones de derechos de la mujer pueden ayudar a asegurar que los recursos se inviertan efectivamente para garantizar servicios asequibles y sostenibles para las personas que viven en la pobreza y enfrentan discriminación.
  • WASH y los sistemas de salud deben fortalecerse para prestar servicios y crear mecanismos de voz de las comunidades con el fin de diseñar políticas, tecnología y financiamiento que respeten el derecho de las personas excluidas a acceder a los servicios, y de la sociedad civil a supervisar los progresos y a la rendición de cuentas de manera constructiva. Aún más crítico ahora, esto debe incluir medidas para garantizar la salud, seguridad, dignidad y equidad de los trabajadores sanitarios, que corren un riesgo adicional de COVID-19 por manipular desechos y heces humanas, especialmente las mujeres que trabajan como recolectores manuales.
  • El monitoreo de la prestación de servicios debe incluir una mayor recolección y difusión de datos desglosados, incluso por género, edad, origen étnico, ubicación, discapacidad, etc., para comprender mejor quién carece de acceso a WASH y por qué.

Estos esfuerzos concretos por financiar e implementar el acceso al agua y el saneamiento gestionados de manera segura y a una buena higiene para todos sentarán las bases para una mejor reconstrucción después de COVID-19, prevenir la propagación de enfermedades y permitir mejoras en la salud, la educación, trabajo digno, los derechos de la mujer, la reducción de las desigualdades y la creación de resiliencia ante la crisis climática y otras conmociones.

COVID-19 no es una excusa para la inacción, es una oportunidad para la transformación. La pandemia ha iluminado un reflector ineludible sobre los defectos fundamentales en el camino hacia el desarrollo sostenible y sobre la violación prolongada de los derechos humanos de miles de millones de personas al agua apta para el consumo, el saneamiento y la buena higiene. No podemos dejar pasar otros cinco años en letargo. Los gobiernos y los donantes deben aprovechar este momento para actuar. Si no es ahora, ¿cuándo?

Katie Tobin es asesora de incidencia política en WaterAid. Síganla en Twitter @travelingkt