Seguridad hídrica

Hay tres cosas fundamentales para la seguridad del agua: recursos hídricos de buena calidad y bien gestionados; servicios de suministro de agua bien gestionados; y gestión del riesgo de desastres. No se puede acceder fácilmente a los recursos hídricos sin bombas, tuberías, grifos, tanques y personas calificadas para gestionarlos como parte de un servicio. Del mismo modo, los servicios de suministro de agua por sí solos son de poca utilidad sin los recursos hídricos Si el riesgo de desastres no se gestiona bien, los servicios de abastecimiento de agua y los recursos hídricos podrían verse afectados de manera negativa. Si los servicios y los recursos hídricos no están disponibles o no son confiables, y no se gestiona el riesgo de desastres, las personas no estarán protegidas en materia de seguridad del agua.

Todos los recursos de agua dulce de los que dependemos provienen del entorno natural. La lluvia fluye en los ríos y se almacena en los lagos, en el suelo o en vastas capas subterráneas de roca denominadas acuíferos. La cantidad y la calidad del agua disponible pueden variar con el tiempo debido a los cambios en el entorno natural o por la influencia de la actividad humana. Los desastres naturales también influyen en la cantidad y calidad del agua disponible, así como en la continuidad de los servicios.

La combinación de varios factores pueden amenazar la seguridad del agua:

• Variabilidad climática natural
• Cambio climático inducido por el hombre
• Aumento de la población y migración
• Asentamiento en terrenos propensos a riesgos
• Prestación deficiente de servicios
• Descarga no controlada de contaminantes en el agua
• Exclusión por casta, raza, posición social o afiliación política

Muchas de estas amenazas se pueden gestionar para garantizar que su impacto sea mínimo, pero a menudo la voluntad política y la capacidad institucional no existen para llevarlo a cabo. Como resultado, cientos de millones de personas siguen sin tener acceso a este derecho humano básico.

Para mejorar la seguridad del agua de las personas, utilizamos una combinación de diferentes enfoques:

• Ayudar a las personas a exigir a los gobiernos su derecho al agua potable.
• Apoyar a los proveedores de servicios a satisfacer la demanda.
• Proporcionar suministros de agua limpios y confiables a los hogares de las personas.
• Apoyar a los gobiernos locales y a los proveedores de servicios para ayudar a las comunidades con los aspectos técnicos, de gestión y financiamiento continuos para mantener los servicios en funcionamiento.
• Trabajar con los gobiernos nacionales para fortalecer los procesos y las fuentes de ingresos.
• Capacitar a los usuarios sobre cómo proteger el agua de la contaminación.
• Promover tecnologías que puedan ser operadas, gestionadas y financiadas por las comunidades, con la ayuda de los gobiernos y los proveedores de servicios locales.
• Promover la infraestructura y los servicios que se adapten a las diferentes necesidades de agua de las personas: un enfoque de “servicios de uso múltiple” (MUS).
• Fomentar la inversión comunitaria en servicios de suministro de agua (“autoabastecimiento”).
• Promover el monitoreo de los recursos hídricos, informar a los sistemas de alerta temprana para la respuesta y la gestión de sequías, así como el uso equitativo del agua.
• Fortalecer la capacidad de las comunidades y los gobiernos locales para gestionar las amenazas a sus suministros de agua.

No basta con prestar servicios y capacitar a los usuarios sobre cómo operarlos. Debe haber instituciones para ayudar a las personas a mantener sus servicios en funcionamiento con el tiempo y adaptarse a los cambios en los recursos hídricos de los que disponen. Esto requiere experiencia en la prestación de servicios y la gestión de recursos hídricos (WRM).

WaterAid combina cada vez más la prestación de servicios de agua, saneamiento e higiene (WASH) con una mejor gestión de los recursos hídricos. Nuestro enfoque WASH/WRM integrado proporciona una estructura para identificar y monitorear las amenazas relacionadas con el agua, llevar a cabo una planificación basada en los riesgos y actuar para mitigar estas amenazas. El resultado es una reducción del riesgo y el aumento de la seguridad hídrica.

Nuestro objetivo es reducir el nivel de riesgo relacionado con el agua que enfrentan las personas. Esto se logra al fortalecer los vínculos entre el gobierno nacional, el gobierno local y las comunidades y complementar las estrategias nacionales para la prestación de servicios de suministro de agua y la gestión de los recursos hídricos.

Asegurar los recursos hídricos en África Occidental

Un ejemplo de nuestro enfoque de la seguridad hídrica es un método innovador conocido como “protección de los recursos hídricos” (SWR), que hemos estado implementando en todos nuestros programas nacionales en África occidental.

Este enfoque:

• integra la prestación de servicios de WASH con los principios de la gestión de recursos hídricos,
• actúa como sistema de alerta temprana para las comunidades sobre las amenazas emergentes,
• proporciona una estructura para la planificación basada en riesgos a nivel comunitario,
• informa sobre el diseño de los servicios para satisfacer mejor las diversas necesidades de agua,
• favorece una mejor coordinación y una asignación más justa del agua entre los usuarios,
• ayuda a las comunidades a pedir ayuda a los gobiernos cuando su acceso al agua se ve amenazado,
• fortalece el apoyo gubernamental a las comunidades.