Propósito común, futuro común: transformar la financiación para el desarrollo sostenible para combatir el COVID-19 y las crisis climáticas
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y los compromisos climáticos de París son ambiciosos pero vitales. Requerirán una inversión sostenida. Si bien una parte importante será proporcionada por el sector privado, una parte importante también deberá provenir del sector público.
La pandemia por COVID-19 está afectando duramente tanto a los países desarrollados como a aquellos en vías de desarrollo, y sus repercusiones económicas serán graves. Con menos de una década para alcanzar los ODS, que pretenden erradicar la pobreza extrema, el progreso se detendrá —y en muchos casos se revertirá— al enfrentar las crisis del COVID-19 y del cambio climático simultáneamente, a menos que se tomen medidas urgentes.
Los recursos internos representan la mayor parte del dinero que invierten los países en vías de desarrollo en desarrollo sostenible para poner fin a la pobreza, en sectores como el del agua y el saneamiento, la salud para todos, el medio ambiente y la educación. Con los países en recesión y tomando medidas para contener el COVID-19, los ingresos fiscales se han desplomado y los Gobiernos están teniendo que gastar recursos limitados en la respuesta de emergencia, tomando fondos de iniciativas de desarrollo de más largo plazo.
En esta investigación, encargada por WaterAid y End Water Poverty del Overseas Development Institute, analizamos los datos disponibles públicamente del FMI y de la iniciativa Government Spending Watch de Development Finance International para comprender la escala del impacto que tendrá la crisis de COVID-19 en la reducción de la financiación pública disponible para los países en vías de desarrollo. Buscamos determinar maneras en que podría aumentarse la financiación pública nacional e internacional para hacer frente al desafío.