Invertir en las personas: la clave para transformar vidas con agua, saneamiento e higiene sostenibles

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Si no involucramos a la gente en mejorar su propio futuro, ¿cómo podemos esperar crear un cambio duradero? Savio Carvalho, director de campañas globales de WaterAid UK, se reunió con grupos comunitarios en India y Bangladesh para escuchar sus opiniones.

El vehículo nos dejó en un campo abierto en medio de Pakkabagh basti, un asentamiento informal cerca de la carretera de circunvalación de Dubbaga. Caminamos por un sendero estrecho, una alcantarilla ahora cubierta de losas de hormigón. En ambos lados, había cabañas semipermanentes en una fila recta. La mayoría de las cabañas tenían un inodoro, y había algunos grifos compartidos entre los hogares. Un grupo de hombres y mujeres de un colectivo local llamado “Frente de lucha de personas pobres de las zonas urbanas” estaba sentado en medio de la comunidad, esperándonos.

Pakkabagh basti es un barrio marginal notificado, uno de los miles de tugurios en Lucknow, Uttar Pradesh, el estado más poblado de la India. La mayoría de las familias que viven aquí, principalmente de la comunidad dalit y de otras minorías, emigraron de las zonas rurales de los distritos vecinos, buscando una forma de ganarse la vida. Establecieron su asentamiento informal en tierras pantanosas abiertas en las afueras de la ciudad. La mayoría trabaja como vendedores ambulantes y como obreros asalariados por día en el sector de la construcción, y algunas mujeres encuentran trabajo en pisos cercanos haciendo tareas domésticas.

Motivación para trabajar juntos

El asentamiento tiene casi 20 años, pero no posee derechos de tenencia. Hace unos años, frente a la amenaza del desalojo, la comunidad se dio cuenta de que no tenía otra alternativa que unirse para luchar por sus derechos. Con el apoyo de Vigyan Foundation, una ONG local, se organizaron en un colectivo de campañas llamado Shehri Gharib “Sangharsh Morcha” (“Frente de lucha de personas pobres de las zonas urbanas”, que se lee mucho mejor en hindi) y comenzaron a exigir que sus nombres y ubicación se incluyeran en el censo nacional de 2010-11.

Sabían que ser parte del conteo les permitiría obtener documentos de identidad legítimos y, por consiguiente, planes de bienestar social. Dado que el censo nacional se realiza una vez cada década, el temor a perder esta oportunidad generó un sentido de urgencia y la necesidad de una acción colectiva. No todo en la vida de las personas cuadra perfectamente en nuestras teorías del cambio.

Desde que comenzó, la comunidad ha estado utilizando los terrenos abiertos cercanos y pantanos para la defecación al aire libre. El saneamiento y la higiene no tuvieron lugar en su jerarquía de necesidades hasta que Vigyan Foundation, con el apoyo de WaterAid, comenzó a sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de la salud y la higiene, trabajando a través del Frente de lucha de personas pobres de las zonas urbanas.

Cuando conocimos a la comunidad, algunas familias aún no habían recibido el subsidio estatal para construir inodoros, y la defecación al aire libre seguía prevaleciendo. Durante nuestra visita, el grupo debatió la necesidad de que todos en la comunidad tengan acceso a inodoros, y el riesgo para la salud que supone la defecación al aire libre para todos, incluidos aquellos que tienen inodoros y practican una buena higiene. El debate llevó a que los miembros de la comunidad ejercieran presión social sobre las familias que aún carecían de inodoros, y los dirigentes los apoyaron para esforzarse más por aprovechar los subsidios ofrecidos por el gobierno para construir inodoros. La reunión también fue una oportunidad para reforzar los mensajes de higiene, que son cruciales para el cambio de comportamiento.

Vi un patrón similar en nuestro proyecto urbano en la comunidad de Lalashorai Tekpara en Dhaka, Bangladesh. Allí, la organización basada en la comunidad (CBO), con el apoyo de Dushtha Shasthya Kendra (DSK), un socio local, identificó prioridades para que la comunidad trabajara en el uso de métodos participativos, como recorridos transversales, y mapeos comunitario y patrimonial. También identificaron un lugar donde podían construir un inodoro y una instalación de baño con el apoyo de WaterAid. El liderazgo de la mujer ocupa un lugar central en el comité de las CBO.

¿Cuáles son los principales mensajes de estas visitas?

En primer lugar, si bien WASH es una prioridad para personas como nosotros que trabajamos en el tema, no siempre es la máxima prioridad para quienes más lo necesiten. A menudo, las personas y las comunidades están luchando con muchos más problemas de supervivencia; por supuesto, tienen prioridad.

En segundo lugar, no hay sustituto para movilizar a una comunidad, involucrándola en un proceso para identificar y priorizar sus propias necesidades y utilizarlas como punto de partida para el proceso de cambio. El sentido de propiedad y la sostenibilidad que esto puede crear es inestimable. En mi experiencia de trabajo en terreno, la mayoría de las personas y comunidades tratarán finalmente de abordar cuestiones de salud, educación, agua potable y saneamiento en su lista de prioridades una vez que tengan un lugar seguro para vivir sin el riesgo de desalojo forzoso.

Omitir la participación de la comunidad y el fracaso

Puede haber una tentación en el sector WASH de reducir esta inversión en el desarrollo comunitario y la movilización en favor de centrarse en soluciones tecnológicas. Pero organizar y movilizar a una comunidad es fundamental para asegurar que todos tengan acceso sostenible a WASH.

Invertir en grupos comunitarios ayuda a aumentar la presión social sobre las personas y las familias para mejorar los hábitos de higiene, contribuyendo a un cambio de comportamiento a nivel individual y familiar. Esos grupos elaboran sus propias normas y códigos con elementos de disuasión social para influir en el cambio de comportamiento. Un cambio sostenido de comportamiento es crucial para garantizar que las personas puedan maximizar los beneficios del agua apta para el consumo y el saneamiento, y que duren por generaciones.

Este tipo de desarrollo comunitario es posible cuando los gobiernos, los donantes, los organismos de las Naciones Unidas y las organizaciones filantrópicas reconocen la importancia de financiar y fortalecer a la sociedad civil, las ONG, las organizaciones basadas en comunidades y las instituciones de rendición de cuentas. Los sistemas solo pueden fortalecerse (en el lado de la oferta) cuando la gente ejerce presión sobre los responsables (el Estado) para asegurarse de que se escuchan sus voces; tienen la información necesaria y pueden responsabilizar a sus autoridades locales.

Las comunidades son la constante: los gobiernos cambian, los funcionarios son transferidos, los donantes cambian las prioridades y las ONG cambian entre los proyectos y las necesidades. Para que los servicios duren, las personas y las comunidades deben estar en el centro de la solución.

Un pensamiento final

En nuestro camino de regreso, mientras nuestro vehículo serpenteaba por los caminos cuidados, limpios y organizados del acantonamiento de Lucknow, un pensamiento se me pasó por la mente... Si el gobierno quiere una ciudad limpia, hogar de personas con vidas dignas, es claramente posible. Cuando hay voluntad (política), es posible.