¿Cómo sabemos si estamos fortaleciendo el sistema?

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Representatives of Water for People, USAID, DGIS and DFID discuss approaches to monitoring system change at the All Systems Go! Symposium.
Image: Robert Tjalondo/ rockinpictures.com

Cada vez se reconoce más que un enfoque a nivel de todo el sistema es esencial para lograr el acceso universal al agua potable, el saneamiento y la higiene (WASH). Pero, ¿cómo sabemos qué impacto estamos teniendo? Clare Battle, analista sénior de políticas: gobernanza, comparte reflexiones sobre nuestra labor política.

Un enfoque a nivel de todo el sistema significa trabajar juntos para transformar los sistemas nacionales, regionales y locales (como las instituciones, la infraestructura y los recursos) necesarios para prestar servicios WASH sostenibles y equitativos. Sin embargo, para los donantes, los gobiernos y los asociados en la ejecución, adoptar un enfoque de este tipo es difícil tanto desde el punto de vista práctico como político y más en la forma en que se mide y comunica el progreso. 
Aprender de la práctica actual

En 2016, llevamos a cabo investigaciones sobre los enfoques de los donantes para medir el progreso del sector WASH, y el grado en que estos abarcan aspectos del pensamiento sistémico. Nuestro estudio encontró que, en ese momento, ningún donante tenía todavía un enfoque de sistemas holístico que abarcara el análisis, el diseño, la implementación, el seguimiento, la evaluación y el aprendizaje.

En los últimos tres años, ha seguido aumentando el interés por los enfoques orientados hacia los sistemas. Varios donantes han puesto en marcha estrategias de WASH, centradas en el fortalecimiento de los sistemas, y ahora están elaborando enfoques de supervisión para acompañarlos. Sin embargo, la identificación y el seguimiento de los impulsores del desempeño del sector de manera que satisfaga la necesidad de obtener resultados fácilmente comunicables y políticamente sencillos sigue siendo un reto.

En este contexto, realizamos un nuevo estudio que analizó no solo el pensamiento y la práctica del sector WASH, sino también aprovechó las lecciones del sector de la salud, en el que ya se han establecido enfoques para evaluar y supervisar el fortalecimiento de los sistemas. Al analizar los diferentes enfoques y los riesgos asociados, descubrió que el seguimiento y el incentivo exitosos del cambio de los sistemas requerirán que combinemos elementos de una serie de enfoques diferentes y trabajemos juntos para hacer frente a los riesgos y a los incentivos desalineados que estos pueden crear.

Avanzando juntos

Inspirados en esto, utilizamos el Simposio All Systems Go celebrado en marzo para convocar a representantes de la DGIS, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Departamento de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID) y Agua para las Personas (WfP), a fin de debatir los desafíos a los que se enfrentan invirtiendo en los cambios del sistema y supervisándolos. Entre ellos figuraban:

•   Tolerar las presiones políticas. En los últimos años, muchos donantes han estado trabajando para alcanzar importantes metas de acceso numérico. La mayoría de ellos todavía tienen el mandato de hablar en primer lugar sobre los servicios prestados, en lugar de la solidez del sistema de prestación de servicios.
•   Permitir la agregación. La necesidad de agregar los resultados en los distintos niveles de un país, y en toda la cartera en su conjunto, sigue siendo una limitación fundamental para los donantes a la hora de medir la solidez del sistema.
•    Desentrañar la atribución. La USAID está siguiendo cada vez más los progresos a través de “métricas para la autosuficiencia” creadas en torno a la capacidad y el compromiso, pero proporcionan un panorama amplio a nivel nacional, en lugar de atribuirse a la propia agencia.
•    Abordar la complejidad. El monitoreo de los cambios en los sistemas es increíblemente difícil, por lo que encontrar un enfoque práctico puede significar imponer límites artificiales al sistema. 
•    Adaptarse a la flexibilidad. A menudo, los donantes tienen dificultades para equilibrar la flexibilidad (en la que los indicadores pueden identificarse localmente o surgir durante el transcurso de un programa), con la parálisis que puede derivarse del seguimiento de demasiadas cosas diferentes.
•    Elaborar presupuestos para el cambio de sistemas. Fortalecer los sistemas y garantizar la sostenibilidad cuesta más y lleva más tiempo. Sin embargo, los donantes siguen estando limitados por ciclos presupuestarios y de planificación cortos.

¡Pero no todo son malas noticias! 

Los oradores también compartieron algunas de las respuestas que están utilizando para impulsar las conversaciones internas. Entre ellas, figuraban un compromiso central con el aprendizaje y el fortalecimiento de los incentivos para que los funcionarios en terreno trabajaran en aspectos cuyos resultados no podrían ver hasta finalizado un programa. Y hay un claro entusiasmo por un enfoque más matizado de los resultados, de modo que los asociados para el desarrollo puedan transmitir mejor el impacto que están teniendo.

Así que mientras la conversación sigue evolucionando, hay señales prometedoras de que el sector está avanzando, y los actores están dispuestos a trabajar juntos para encontrar soluciones. WaterAid sigue con su compromiso de apoyar este diálogo. Solo así podremos establecer una visión clara de los indicadores de progreso y canalizar efectivamente las inversiones hacia mejoras del sector WASH.

Clare Battle es analista sénior de políticas: gobernanza en WaterAid UK. Sígala en @Clare__B.